Habilidades personales
Cómo ayuda el coaching en los momentos difíciles en las organizaciones
El coaching como herramienta de cambio
Por Del Campo, en 19 de abril de 2009
Coaching
Coaching
El coaching, del que habréis oído hablar muchas veces, siempre posee la existencia de dos figuras: “coach” y “coachee“. No obstante, puede existir una tercera figura que es la de “aquel que paga los servicios de coaching” (pudiendo ser o no el propio coachee). Cuando existen estas tres figuras, en la mayor parte de las ocasiones hablamos de coach directivo o ejecutivo, porque es habitual que una empresa contrate los servicios de un coach para ayudar al staff directivos de su organización.
Aquí el coaching resultara exitoso cuando todos las partes, antes de empezar la acción de coaching llegan a un acuerdo sobre lo que se quiere conseguir con las mismas.
Antes de contactar con un coach profesional un cliente potencial debe autoexaminarse e intentar saber que es lo que quiere conseguir.
Las empresas pueden entrar al coaching sin ningún plan en absoluto. Desgraciadamente esto suele ocurrir así, o bien un directivo oye hablar del coaching y decide probarlo, o bien, el departamento de Recursos Humanos considera que es buena cosa ya que posee cierto numero de empleados que corren el riesgo de “perder el rumbo” marcado por la organización. En la primera reunión es entonces cuando se suele determinar los objetivos, cosa que ya debería de estar fijada de antemano.
Si eres el pagador, es decir, encargas los servicios de un coach y no eres el destinatario, tienes que facilitarle a este todo lo que necesite si quieres que tus objetivos y por lo tanto los de el, los pueda conseguir. Por ejemplo, si quieres que el coaching promueva metas estratégicas o inculque valores, piensa en cómo integrarlo con otras iniciativas y sistemas, tales como compensación, evaluación y asignación de trabajos. Si quieres que el coaching atraiga la atención de los ajetreados ejecutivos, requiere de tu parte mucho apoyo de alto y que se vea que realmente tienes interés en que se cumpla lo que acordaste con el coach.
Coaching
Coaching
El coach si quiere cumplir con su cometido trabaja tanto en el entorno o ambiente (del coachee), como en sus relaciones en todos los niveles, los valores de su organización, políticas de la empresa y los objetivos finales de esta.
El coach ayuda a que el coachee consiga lo que inicialmente se planteo a la vez que le da también unas competencias, unos saberes y unas habilidades para que desde ese momento empiece a funcionar por el mismo. Busca la autosuficiencia del coachee.
Un buen coach posee un sexto sentido para detectar “verdades ocultas”, es meticuloso y curioso, y sabe preguntar (derivado de su habilidad de saber escuchar). La capacidad de salvar obstáculos y encontrar lo que hay oculto, es muchas veces cualidad indispensable en un coach.
Es lógico que tengas dudas sobre si acertaras o no en la elección de un coach, ya que no hay ninguna credencial que te lo permita reconocer. Las referencias de otros cachees anteriores es algo a tener muy en cuenta. Es por eso que el coaching sigue viéndose como una mezcla de arte y de ciencia, ejercida en por personas de percepción aguda, con diplomacia, buen criterio y la capacidad para controlar los conflictos con integridad. Es una de las principales críticas que realizan sus detractores.
Los empresarios modernos ven en el coaching una forma de que los directivos del staff desarrollen de un modo adecuado sus competencias. El coaching puede ayudar a los líderes en transición. Desde esa óptica el coaching no puede mejorar problemas psicológicos profundamente arraigados, tales como depresión crónica, propios ya de especialistas médicos. Los individuos por nuestra forma de ser rechazamos aquello que no podemos resolver o comprender. Cuando un directivo necesita un coach, los empresarios deben cerciorarse de que el coaching es algo que el ejecutivo realmente quiere (aparte de que necesite), y que sus esfuerzos por cambiar y crecer, serán apreciados y alentados por su jefe y colegas clave. Ese apoyo es lo que sostiene e intensifica los beneficios del coaching.
El coaching al final funciona en lo que se denomina “coste/compensación”. Es decir, la organización intentara que las sesiones de coaching sean destinadas a aquellos miembros de la misma que posteriormente podrán repercutir en unos mejores resultados. Aquellas organizaciones maduras en su funcionamiento y organigrama son menos propensas al coaching como solución a problemas de personal más cotidianos. Recurren al no como una forma de solucionar los problemas de un directivo, sino como una forma de potenciar más sus competencias y que repercuta más esto en beneficio de la organización. Básicamente existen dos motivos para esta selección de coachees: el primero es el de que un programa continuado de coaching persona a persona puede ser mucho más costoso que muchas otras técnicas de aprendizaje. El segundo, los ejecutivos huyen del coaching siempre que de a demostrar al resto de la organización que le están ayudando a solucionar un problema.
Recelo
Recelo
Ultimamente y más de lo que la gente se cree, el coaching es muy utilizado por cualquier tipo de persona, independientemente de su situación laboral, caraterísticas personales o profesionales. Siempre que se detecta una necesidad de mejora, el coaching está convirtiéndose en una arma extraordinaria. Amas de casa, estudiantes, profsionales liberales, asalariados,…, toda la gente es susceptible de mejora en su fiorma de ser o en su forma de trabajar. A la vez mucha gente es incapaz de sber hacer un autoanálisis de sus actitudes, por lo que la ayuda de un factor externo se hace muchas veces más que necesaria.
Hay que perder el miedo al coaching, más que miedo diría yo recelo. La gente teme a lo desconocido y más cuando tampoco conoce muy bien a quien realiza esa actividad. No obstante las posibilidades de mejorar lo que el sujeto conoce como potencial problema son muy elevadas. De hecho podemos cifrar el éxito de una acción de coaching en mas de un 90%. Esto se debe principalmente porque la demanda de sesiones del coach las analiza y ve que necesita la propia persona, con lo cual ya existe una voluntad propia de mejorar y sobre todo de involucrarse y comprometerse en el buen fin de las citadas sesiones de coaching.
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