Es cierto que muchas veces un líder se topa con un equipo de trabajo desintegrado, en donde la fricción y las zancadillas entre ellos mismos están a la orden del día, afectando la productividad y la cooperación, ¿Qué hacer en este tipo de casos?
Para saber qué medidas tomar ante un equipo desintegrado, hay qué conocer cuál es el origen de sus conflictos. Aqui menciono algunos de los casos más comunes que me he topado y qué hacer para corregirlo.
1. Conflictos interpersonales entre sus miembros. Incluso, puede ser que ni siquiera tenga qué ver con el trabajo, basta con que uno de ellos no haya devuelvo un dinero prestado, a manera de ejemplo, o uno de ellos haya sentido que otro le traicionó la amistad.
¿Qué hacer? Aquí claramente se requiere tu intervención como líder. Tienes qué escuchar ambas partes que están en conflicto para poder tener un escenario completo de la situación y luego hacer una mesa de trabajo para resolver las diferencias. Muchos líderes prefieren evadir esta acción, pero estarán dejando correr el problema y que éste se agrave.
2. Desiguales cargas de trabajo entre los mismos puestos. Es natural que un colaborador se sienta “explotado” en comparación con otro si le has dado una chamba extra que no están realizando los demás.
¿Qué hacer? En este caso o le das también una recompensa especial a este colaborador o, simplemente, distribuyes mejor la carga entre todo el equipo.
3. Preferencias por algún colaborador. Sí, ya sé que es muy fácil empezar a darle preferencias y privilegios a cierto colaborador cuando observas que éste es fiel, que es responsable, que es productivo. ¿Quién no quiere tener a alguien así en su equipo?
¿Qué hacer? Estoy de acuerdo en la meritocracia, es decir, que el que sea más productivo que tenga los mejores privilegios. Pero para que esto funcione sin ocasionar desajustes en un equipo, debe ser perfectamente clara la forma en que se está midiendo la eficiencia y productividad individual. De lo contrario, se cae en criterios subjetivos de evaluación y esto es fuente de grandes malos entendidos, envidias, chismes, etc.
4. Hay un colaborador intrigoso… ¡o hasta el mismo líder! ¡Qué manera tan grande de erosionar la cohesión de un equipo! Cuando una persona empieza a intrigar dentro del mismo la desarmonía empieza a aparecer… pero es peor cuando el mismo jefe es quien tiene estas actitudes.
¿Qué hacer? Si es un colaborador quien está introduciendo las intrigas, tienes que ponerle un alto inmediatamente. Analliza con éste las consecuencias de sus acciones y dile claramente el tipo de comportamiento que en el futuro esperas de él.
Y si eres tú quien actúa conforme al “divide y vencerás”, déjame decirte que estás haciendo que el rendimiento de tu equipo decaiga tremendamente y que, al final, tú también serás perjudicado ya que la empresa o institución donde estés te mide por resultados y si los colaboraodres no los están logrando esto también te afectará a ti.
Te recomiento mejorar tu estilo de liderazgo para que logres más influencia legítima y adquieras mejores modos de controlar a tu equipo.
Para seguir favoreciendo la cohesión del grupo, te recomiendo también que organices actividades deportivas con ellos (esto libera de manera positiva tensiones acumuladas) ó realiza dinámicas frecuentes en donde expogan sus sentimientos y se provoque el mayor conocimiento entre unos y otros.
Definitivamente tu actuación como líder será lo que le ponga punto final a todas estas situaciones y algunas otras que se vengan dando. Desde luego, no esperes un cambio de la noche a la mañana, pero poco a poco puedes ir creando las condiciones necesarias para la armonía y la integración de tu equipo.
Leticia Barrios.
Leticia Barrios ayuda a ejecutivos de Pymes a desarrollar sus habilidades de liderazgo y motivación. ¡Suscríbete a su boletín electrónico en www.LeticiaBarrios.com
viernes, 25 de septiembre de 2009
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